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Aunque cuides a alguien con demencia, hay espacio para ti

Te acompaño para que puedas cuidar sin agotarte.
Y volver a sentirte viva, acompañada y con tiempo para ti


Quiero empezar a sentirme bien

No tienes que elegir entre cuidarte o cuidar

Porque cuidarte no es un lujo, sino una necesidad para seguir adelante

Cuidar de un ser querido con demencia es un acto de amor inmenso… pero también suele ser agotador. Entre citas médicas, cambios en la memoria, decisiones difíciles y días que parecen no terminar, es fácil dejar tu propio bienestar en último lugar.
En Mindekin, creo que, para cuidar bien de otra persona, primero necesitas sostenerte tú. Por eso, mi trabajo consiste en acompañarte para que puedas manejar mejor las emociones que a veces te sobrepasan, afrontar con más seguridad las situaciones difíciles del día a día con tu familiar y organizar el cuidado de manera que sigas teniendo espacio para ti, sin sentir que desapareces, logrando vivir esta etapa con menos peso y más calma.

Soy Eva Fernández.

Llevo más de 25 años acompañando a personas mayores y a sus familias, especialmente en procesos de demencia, dependencia y envejecimiento.

Mi camino no empezó en un aula ni en un libro, sino en casa. Mientras estudiaba Psicología, a mi abuela le diagnosticaron demencia. No fui su cuidadora principal, pero viví muy de cerca —y sufrí— lo que esa enfermedad significó para ella y para todos nosotros. Aprendí lo que implica cuidar: adaptarse a cambios inesperados, sostener en los momentos de confusión, lidiar con el cansancio… y atravesar la montaña rusa de emociones que vive toda la familia.

Tras terminar la carrera, me formé en Psicología Clínica. En ese tiempo empecé a trabajar con personas mayores con demencia, y enseguida supe que quería seguir por ahí. Me sentía a gusto, conectada, y con ganas de aprender más.

A partir de ahí, me fui especializando en intervención gerontológica y neuropsicología. Desde entonces he trabajado en centros de día, residencias, hospitales y servicios comunitarios. Siempre cerca de personas mayores y de sus familias, acompañando en distintas etapas: desde la prevención y el envejecimiento activo, hasta situaciones de dependencia avanzada y cuidados al final de la vida.

A lo largo de los años, he aprendido algo que sigue siendo la base de mi trabajo: para que una persona reciba buenos cuidados, quien cuida también necesita estar bien. Porque cuando la persona cuidadora se siente acompañada, sostenida y en equilibrio, es cuando puede dar lo mejor de sí a la persona a la que cuida.

Hoy pongo toda mi experiencia —profesional y personal— al servicio de quienes viven el reto de envejecer o de cuidar. Para que puedan sentirse acompañados, encontrar calma y vivir esta etapa con dignidad y el mayor bienestar posible.

Te acompaño a recuperar tu calma y sentir que también cuentas, incluso mientras cuidas

¿ Que conseguirás?

Cuidar de alguien con demencia es un acto profundo de amor y compromiso. Pero también puede ser una experiencia que te deja sin fuerzas, sin tiempo… y, a veces, sin aire. Aunque estés acostumbrada a “poder con todo”, llega un momento en que el peso se acumula y necesitas un lugar donde descansar, hablar y recuperar el equilibrio.

En mi acompañamiento encontrarás un espacio seguro, donde podrás dejar de ser “la fuerte” por un momento y permitirte ser escuchada, comprendida y sostenida.

Conseguirás::

  • Aliviar la sobrecarga emocional y el estrés que se acumulan en el día a día.

  • Gestionar emociones difíciles como ansiedad, tristeza, duelo o culpa, sin sentir que te superan.

  • Afrontar la fatiga mental que provocan las decisiones constantes y el agotamiento físico.

  • Mejorar la comunicación con tu familia o con el equipo de cuidado para que no todo recaiga sobre ti.

  • Recuperar un espacio para ti: tener momentos para descansar, reconectar contigo misma y volver a sentirte más que “la cuidadora”.

  • Comprender mejor la demencia y adaptarte a los cambios que trae consigo.

  • Abordar los conflictos familiares de forma más constructiva y serena.

Mi propósito es que no tengas que recorrer este camino sola.  Aquí encontrarás un apoyo que combina la experiencia profesional, la comprensión  de tu realidad y herramientas prácticas que te ayudarán a cuidar… sin dejarte a ti misma en el camino.

Porque cuando tú estás bien, el cuidado que ofreces también lo está..

Programa de acompañamiento: Cuidar sin colapsar

Apoyo individual para cuidadoras

Orientación familiar

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